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jueves, 16 de marzo de 2017

Miedos nocturnos. Cómo ayudar a tu hijo a superarlo

El miedo es algo normal que sentimos cuando algo se nos escapa de nuestro control. Es normal que los niños, a partir de los dos años de edad, empiecen a tener episodios de miedos que sobre todo se presentan por las noches. El miedo a la oscuridad más que nada y todo lo que ello conlleva. Los niños se pasan casi todo el día jugando y sumergidos en su mundo de fantasía, de ahí que contra más pequeños sean, más difícil les va a resultar diferenciar lo que es real de lo que es ficción. Y los que son más grandesitos, empiezan a ver, oir y a vivir ciertas historias, que las hacen suyas y fácilmente aparecen en sus sueños, generándoles las tan temidas pesadillas. Y es que esto a todos nos pasa, no tiene edad.

Con esta introducción quiero contar algo que para mi ha sido un reto. Mi hija se encuentra sumergida en una fase de miedos que he ido incluso a consultar con su pediatra si esto era normal y que me ayudara, dándome claves para poder yo a su vez ayudar a ella a superarlo.

No sé si conocéis quienes son los Umpa Lumpas. Pues bien, son unos personajes de ficción del cuento de Charlie y la Fábrica de Chocolates. Ellos son los ayudantes de Willy Wonka y son unos personajes representados por unos enanos, obviamente con voces de duendecillos, con pelos de colores. En apariencia no es para que le den miedo a niños, pero a mi hija les ha afectado hasta el punto de pronunciar su nombre y empezar a llorar desconsolada. A raíz de esto ha entrado en una espiral de miedos que a la caída de la tarde ya empezaba a ponerse nerviosa. Pero todo esto ha desaparecido, gracias a los consejos y pautas que me dieron. Y ayer, por fin, conseguí que mi hija se le quitara, primero el miedo a contar lo que le pasa y segundo a poder pronunciar el nombre de los duendecillos y a hacerlo con valentía.

Una de las claves que me dio el pediatra y a mi es la que más me ha servido es que hacerla sentirse protegida y segura, pero sobre todo comprendida, ya que para ellos esto es su principal problema, aquello que les angustias y aunque a nosotros nos parezca una tontería, para ellos no lo es. No debemos ridiculizarlos, todo lo contrario, hay que hacerles sentir importante, comprendido y dejar que hablen para sacar lo que llevan dentro. Luego hay que hacerles comprender, en la medida de sus posibilidades, que no les va a pasar nada, pues eso está en su imaginación y que en realidad no existe y que son ellos quienes pueden controlar sus pensamientos. Yo usé mi táctica principal, y es la empatía. Cuando me expresó todo su miedo, le conté una historia (inventada por mí) cuya protagonista era yo. Me hice pasar por ella contándole lo mismo pero con otros personajes y como vencí mis temores. "Cada vez que se te venga un pensamiento malo o veas a esos personajes que te den miedo, pues con fuerza dale un puñetazo en plan heroína y piensa en algo que te guste o te haga sentir bien" A ella le dije que me imaginaba a mi como toda una campeona de patinaje artístico y como me veía compitiendo, inventándome los bailes....Ella captó la idea y se vio reflejada en mi. Y ella misma empezó a reirse de ella misma e incluso de mi. Se empezó a reir de sus temores.

Otra recomendación que me han dado y que he ido llevando a cabo es que antes de acostarse se haga como un pequeño ritual, como no ver nada que les pueda causar miedo o cosas violentas, ducharse, cenar, cepillarse los dientes, tener algún objeto con el que dormir como un osito, leerle un cuento o cantar alguna canción....Las rutinas a los niños les aporta seguridad. Incluso se les puede dejar una pequeña luz encendida para conciliar mejor el sueño.

De todo lo más importante es hacerle al niño sentirse bien, querido, protegido por tí y por los miembros de su casa y comprendido. A esto hay que añadirle paciencia, hasta que el niño coja la confianza y vea que todo es producto de su imaginación y de su capacidad de abstraer ideas. Esto es parte del aprendizaje y nosotros como padres estaremos ahí.




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